Masaje shiatsu
«El Shiatsu no es un masaje, es un tratamiento»
Esta es la frase que más comúnmente escucharás de los shiatsuka, u operadores que practican esta milenaria disciplina oriental.
El masaje es un procedimiento que consiste en practicar fricciones o presiones sobre el cuerpo mediante aparatos especiales o con el uso de las manos.
El significado etimológico de tratamiento, por otro lado, es bastante diferente.
Por tratamiento entendemos la aplicación de métodos, procesos o acciones realizadas sobre personas o cosas para lograr determinados efectos.
Durante una sesión de Shiatsu, lo que se percibe inmediatamente es un estado de relajación total.
Las presiones perpendiculares, constantes y no invasivas permiten al receptor abandonarse con confianza al operador.
En esta primera fase podemos hablar de masaje pero es precisamente de aquí de donde parte todo el proceso que convierte al Shiatsu en un tratamiento.
La relajación del cuerpo permite que el Shiatsu actúe sobre lo que en medicina china se definen meridianos/canales y áreas reflejas para mejorar el bienestar psicofísico de la persona.
El cuerpo interactúa con las presiones, desarrollando positivamente una reacción en el cuerpo para fortalecer su potencial energético (por lo que se considera una oportunidad en el campo de la prevención) y para mejorar la calidad de vida.
El tratamiento Shiatsu
El tratamiento de Shiatsu no requiere aceites ni cremas y se aconseja al receptor llevar ropa cómoda como un sencillo traje de algodón.
Las presiones, aunque actúan en profundidad, no causan dolor y el ambiente acogedor y tranquilo permite que el receptor se sienta completamente a gusto.
Generalmente el tratamiento se realiza en el suelo sobre una colchoneta llamada futón pero como uno de los fundamentos principales del Shiatsu es ante todo escuchar y respetar las necesidades específicas de la persona, también es posible sentarse en una silla, sobre un masaje mesa, en la silla de ruedas o en la cama.
Gracias a este dinamismo, donde la prioridad es escuchar las necesidades del receptor, el tratamiento nunca es exactamente igual al anterior y ni siquiera es posible definir una línea estándar a seguir, es por eso que el operador de Shiatsu sigue el bioritmo de la persona respetando sus límites y necesidades.
Las rotaciones articulares o los estiramientos musculares se pueden integrar en las técnicas de presión.
En conclusión, no es del todo erróneo asociar la palabra masaje con Shiatsu pero en base a este trabajo de investigación y escucha donde actuamos en profundidad para un reequilibrio tanto desde el punto de vista psíquico como físico es mejor definirlo como un tratamiento.
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